La verdad que siempre tomé con cierto humor la candidatura de George Forsyth, quien ha venido cometiendo una serie de errores en su campaña, en un primer momento no salía a hablar y se apoyaba mucho en su imagen de actor de cine para “asolapar” sus limitaciones, cuando vieron que sus números iban en picada, su equipo decidió sacarlo a debatir, cuestionar, proponer.

Sin embargo, más allá de algunas cualidades de comunicador, no lograba solidez argumentativa, más bien terminaba por mostrar mucha ingenuidad y desconocimiento; fatal ese término de “mismocracia”, que además de sonar feo, mostraba poca coherencia, ya que tiene en su equipo y como candidatos a gente que trajinó, en campaña y gobierno, junto a Toledo, PPK y hasta Vizcarra.

Pero, siempre hay un, pero, Forsyth, quiérase o no, representa la nueva generación de políticos de nuestro país, el recambio natural que existe en todo espacio de la vida, así que valgan verdades, aún sin descartar su chance en este proceso, para las próximas elecciones, haciendo un trabajo de fortalecimiento de su organización política y básicamente, informándose y estudiando seriamente la problemática del país, creo que sus posibilidades podrán ser aún mayores.

No olvidemos que Forsyth, pertenece a una nueva generación de políticos, más allá de gustos o disgustos, donde también encontramos, a Richard Acuña de APP, José Luna (hijo) de Podemos, Álvaro Paz de la Barra y seguramente otros no muy conocidos, esperemos que lo mismo suceda en cada departamento del Perú, y que surjan o se fortalezcan nuevos liderazgos, imbuidos de conocimiento y auténtico ánimo de servicio al país, acompañado de sólidos valores éticos y morales.